Y como Aline, la borrasca del dolor me está dejando del revés. Me gusta la lluvia, sentir su olor, que la tierra se enriquezca, sacie su sed y respire. Pero la fuerza del dolor me arrastra como a un hoja caída que ha perdido su punto de apoyo, su centro, sus raíces.
Supongo que siempre es más cómodo y confortable acostumbrarse a la calidez de un verano estable, donde el calorcito se mantiene y el sol nos contagia ese humor tan apetecible para todos. Y aunque sé que todo en la vida cambia irreversible e irremediablemente, a mí me encantaría que mi dolor no se transforme, ni cambie de color ni intensidad. A mí lo que me gustaría es que desaparezca para siempre.
Es un camino duro y difícil que me exige una paciencia extrema y que me produce un desconsuelo amargo. Me vuelvo a sentir pequeña, confusa, limitada, impotente, desconcertada y enormemente atemorizada y triste. El dolor me atrapa y se aferra a todo mi ser inundándome de una oscuridad inmerecida y aterradora.
Es como si tuviera una borrasca interna pegada a mi ojo que se extiende por todo mi cuerpo y arrebata toda mi dignidad, mis ganas de continuar, mis ilusiones y mi sonrisa.
No hay caricias que lo calmen. No hay pastillas que lo eviten. Porque el dolor que va más allá del dolor se queda como una huella en mi cerebro, en mi cuerpo y en mi corazón como una cicatriz imborrable que marca mi esencia más allá de lo imaginable.
La tierra bebe de las borrascas, los bosques se recuperan y la primavera consigue que el ciclo de la naturaleza retome su belleza, porque el sol siempre vuelve a salir. Las mías se pegan a mi piel como un traje y una armadura que me impide volver a ser yo. Quizá me toca seguir aceptando que soy un nuevo yo, con poco espacio para la primavera.
Ni siquiera encuentro las palabras y se me saltan las lágrimas. Cómo lamento tu dolor que no lo puedo ni imaginar. Ojalá se pudiera compartir para que a ti te doliera menos. Todo mi amor, todo mi cariño y todo mi apoyo
Muchas gracias Encarna! Entre dolores anda el juego parece, cómo es de sabio poder disfrutar de las pequeñas cosas de la vida cuando podemos 😉 quiza necesitamos del dolor para apreciar más el color. Gracias por tu cariño que me llega siempre directito a mi estado de ánimo como un abrazo de osa!!